Preámbulo a las instrucciones para dar cuerda al reloj

El tiempo, tan frágil y volátil,

siempre con ganas de manipularlo,

retrocederlo o adelantarlo;

con tantas ganas de vivirlo,

muchas veces de extinguirlo 

simplemente manejarlo al antojo.

Esta dentro de cajitas 

finamente calibradas

(Relojes)

para contar cada instante 

en el que se desarrollan nuestras vidas

Necesitan darles cuerda, 

así se mantienen funcionando,

paso a paso 

como se viven los momentos;

Lo sostienes en tus manos,

miras fijamente las manecillas, 

piensas en ese momento 

y mueves ese pequeña ruedita,

¿no es cómo esperabas?

El tiempo no se detiene como los relojes,

(y así fue que se detuvo el tiempo irónicamente

en un instante,

sin darnos cuenta,

ya se nos había escapado de las manos,

al oír el tono serán las 8 horas 3 minutos 20 segundos)

sigue fluyendo de manera incontenible,

pero como la vida,
no debemos olvidar darle cuerda.

Sigue sosteniéndolo en tus manos,

mira fijamente las manecillas,
mueve esa pequeña ruedita,

y quizás en algún momento

revivas ese instante que tanto deseas...